La escasez de agua es un problema crítico que repercute directamente en la productividad agrícola, el bienestar del ganado y la estabilidad económica general en regiones con precipitaciones reducidas. El papel esencial del agua en el crecimiento de las plantas, junto con los nutrientes, la luz solar y el aire, está ampliamente reconocido.
Polímero: un minirrecipiente vegetal
El polímero, una sustancia no tóxica, inocua y respetuosa con el medio ambiente (biodegradable), sirve de minirrecipiente para las plantas al absorber agua cientos de veces su peso y transformarse en un gel de agua. Este gel de agua permanece inactivo hasta que las plantas necesitan humedad, lo que le ha valido el sobrenombre de "minirecipiente".
¿Cómo funciona el polímero?
El polímero está formado por cadenas poliméricas interconectadas con agentes reticulantes que forman una estructura de red. Cuando el agua interactúa con estas cadenas, se introduce en la molécula por ósmosis y migra rápidamente al interior de la red polimérica para almacenarse. A medida que el suelo se seca, el polímero libera gradualmente hasta 95% del agua absorbida en el suelo, proporcionando una hidratación sostenida a las plantas.
Aplicaciones de los polímeros
- Potenciar el crecimiento de plantas y cultivos comunes.
- Recubrimiento de semillas para mejorar la germinación y el crecimiento temprano.
- Utilización en jardinería, horticultura y mantenimiento de paisajes.
- Mantenimiento de exuberantes céspedes y campos de golf.
- Favorecer el crecimiento y la salud de los árboles en distintos entornos.
La versatilidad y eficacia del polímero como material absorbente de agua lo convierten en una herramienta inestimable para la agricultura sostenible, ya que garantiza unos niveles de humedad óptimos para la salud y el crecimiento de las plantas en diversas aplicaciones.